En marcha una nueva campaña para actuar contra la procesionaria

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Durante meses se ha venido haciendo un seguimiento del todo el arbolado de coníferas para identificar nidos
Para luchar contra esta plaga, que tiene en los niños y en los perros a las principales víctimas potenciales, se han colocado trampas y tratamientos en los árboles de diferentes zonas de Santurtzi
En marcha una nueva campaña para actuar contra la procesionaria

Con el buen resultado obtenido en los años anteriores, el Ayuntamiento de Santurtzi ha puesto en marcha una nueva campaña contra la procesionaria, una plaga que afecta, sobre todo, a pinos, abetos y cedros. De forma continuada, y previo a poner en marcha esta campaña, se viene haciendo un seguimiento de todo el arbolado de coníferas existente en las zonas ajardinadas de competencia municipal, que son alrededor de medio centenar de árboles. De esta manera, se consiguen identificar las zonas en las que hay nidos de estas orugas y se eliminan los bolsones más accesibles e identifican los que físicamente no se podrían retirar, haciendo un seguimiento de los mismos.

Durante este seguimiento, se colocan trampas en los árboles, de manera que la oruga al bajar por el tronco queda atrapada en una bolsa previamente dispuesta en el árbol, y de forma paralela también se actúa con trampas de hormonas, atrayendo a la mariposa en el momento en que se acerca al árbol a poner huevos. Asimismo, y como tercera actuación, está la endoterapia, que consiste en inyectar a los árboles un tratamiento químico que llega a través de la savia hasta las hojas de los árboles. Ésta, al ser ingerida por las larvas de oruga, muere al momento, sin tener que actuar de manera posterior sobre nidos ni sobre posibles procesionarias que alcancen el suelo.

“Hemos instalado medio centenar de trampas físicas en las bases de los árboles en los que no se ha podido actuar (en Santa Eulalia, Mirabueno y el entorno del CIFO, Parque Ranzari, La Cerrada e IES Kantauri), evitando de esta manera que las procesionarias que nazcan puedan descender del árbol y puedan estar a la alcance de niños y perros, principales víctimas potenciales de los pelos urticantes de estas orugas”, explica el concejal de Obras y Servicios, Álvaro Aresti 

Cabe recordar que, cuando se acerca la primavera, los característicos nidos blancos situados en las puntas de los árboles (cada uno puede tener entre 100 y 300 orugas) empiezan a eclosionar y a descender al suelo, donde posteriormente se entierran bajo suelo para convertirse, en verano, en mariposas nocturnas, cerrando así su ciclo biológico.

De manera paralela a estos tratamientos, se está llevando a cabo una campaña de información sobre estos animales y los pasos a dar en el caso de entrar en contacto con los mismos. Para ello, se han editado unos carteles y flyers que han sido distribuidos por diferentes puntos del municipio y lugares públicos, así como en centros de salud y clínicas veterinarias, con el fin de aconsejar sobre los pasos a dar en caso de ver o tocar algún animal de estas características. 

En caso de encontrarse procesionarias, se recomienda no acercarse a las mismas, con el fin de evitar problemas, como dermatitis, rinitis o asfixia. No es necesario el contacto directo con ellas para tener un incidente, ya que en cuanto se ven amenazadas pueden lanzar sus pelos al aire, generando irritaciones y alergias.